logo Buenos AIres Herald
Monday, December 15, 2014

The wonderful feast of singing together

By Pablo Bardin
For the Herald

«…………………………………………………………………………………………………..

The Grupo Coral Divertimento, on the other hand, isn’t professional in the sense of earning a livelihood from their singing, but they all read music and their conductor has been for many years Néstor Zadoff, certainly the best of his generation. Each December they present at AMIJAI a short programme (never over an hour) of valuable and rarely done choral-symphonic music. And they do have a following: the auditorium was chockfull. Alas, there were no hand programmes and the access was extremely slow; the concert started half an hour late.

I have known the Mendelssohn Psalms through a Geneva recording for many years, but I hadn’t had a chance to hear them live. So this opportunity was very welcome, for they have the qualities of his oratorio Elijah in shorter form; Romantic but solidly built and inspired.

There are several; we heard No. 95, in five movements, 30 minutes: Kommt, lasst uns anbeten (Come, let us pray), with fine solos by tenor González Dorrego and too incisive singing by soprano Rebeca Nomberto. And No. 42, seven movements, 25 minutes: Wie der Hirsch schreit (As the stag roars), with Nomberto as soloist.

With a good chamber orchestra and an enthusiastic though aged choir, Zadoff led with his accustomed conviction and command. I do wish they could offer us longer programmes that would allow them to bring to us works such as Franck’s Les Béatitudes, one glaring omission decade after decade.»

 

Lunes 15 de Diciembre, 2014

La maravillosa fiesta de cantar juntos

Por Pablo Bardin
Para El  Herald

……………….El Grupo Coral Divertimento, en cambio, no es un coro profesional en el sentido de que sus miembros no se ganan la vida cantando, pero todos leen música y desde hace muchos años tienen como director a Néstor Zadoff, por cierto el mejor de su generación. Todos los años en el mes de diciembre presentan en AMIJAI un breve programa (cuya duración nunca supera la hora) de música sinfónico-coral valiosa y muy poco interpretada. Sus seguidores son muy numerosos, como lo demuestra el lleno total de la sala. Lamentablemente, no se conseguían programas impresos y el acceso al auditorio fue extremadamente lento, por lo que el concierto comenzó con media hora de retraso.

Conozco los Salmos de Mendelssohn desde hace años a través de grabaciones realizadas en Ginebra, pero nunca había podido escucharlos en vivo de modo que esta oportunidad fue muy bienvenida pues tienen las cualidades del Oratorio Elías, pero en formato más reducido. Románticos, pero de gran inspiración y sólida construcción.

Los Salmos son varios. En el concierto escuchamos el No. 95, Kommt, lasst uns anbeten, en cinco números y con una duración de 30 minutos, con hermosos solos del tenor González Dorrego y un canto demasiado incisivo de la soprano Rebeca Nomberto. También pudimos escuchar el No. 42, Wie der Hirsch schreit, en siete números, con las partes solistas a cargo de  Nomberto.

Zadoff dirigió con su acostumbrada convicción y dominio a una buena orquesta de cámara y un coro entusiasta aunque veterano. Desearía realmente que nos ofrecieran programas más largos lo que les permitiría brindarnos obras como Les Béatitudes de Franck, una omisión flagrante desde hace décadas.

Compartir: